Ast.blog: Las 4 promesas del fotógrafo de paisajes

Fotografía de autor anónimo

No más viajes rápidos a sitios turísticos locales durante la hora del almuerzo, estacionando en el aparcamiento y caminando 20 pasos para disparar perezosamente desde el mismo ángulo de siempre. Este nuevo año, lograrás mucho más cumpliendo estas 4 promesas.

Me levantaré antes del amanecer. Suficientes tomas ya de paisajes soleados - programa tu alarma y llega al lugar antes que el sol esté arriba. Los momentos ideales son antes, durante y justo después de su salida. Esto te brindará una luz más cálida y un mayor colorido en los cielos.

"Mi rojo amanecer" en Valencia, de autor anónimo

Esperaré la ruptura de las nubes. Dondequiera que vivas, el clima puede resultar un problema. Pero no guardes tu cámara sólo porque las nubes anuncian lluvia. Un rascacielos rodeado nubes tormentosas puede componer una toma mucho más llamtiva y dramática que estando rodeado de un cielo azul.

Así que sal fuera, sé paciente, tómate tu tiempo, y espera a que se produzca una abertura para destacar el punto focal de la escena y así dar vida a las tomas del paisaje. Te sorprenderá ver en cuántas ocasiones un día gris y aparentemente aburrido te ofrece fugaces momentos de oro.

Fotografía de Alberto Baquero

Escalaré una montaña. Todos lo hemos hecho: conducir a un lugar hermoso en pleno campo, sólo para detenerse a un lado de la carretera, salir y tomar una foto (o peor aún, disparar desde la ventanilla del coche!). Pero así nunca lograrás tomas que se destquen.

Así que empaca tus botas de montaña, prepara un almuerzo para llevar y carga tu equipo en la espalda. Luego camina hasta los parajes alejados de los aparcamientos. Al ir más arriba tendrás mejores oportunidades para la captura de impresionantes vistas, con un paisaje de montaña mucho más interesante de los se obtienen a lo largo de las zonas más accesibles.

Fotografía de John Harvey

Variaré la línea del horizonte. Sabemos que ubicarla justo en mitad del encuadre en muchos casos resta fuerza a la imagen. En general, dos partes de tierra y una de cielo es una proporción que resulta bastante versátil. Pero con el cielo correcto, darle dos partes por una puede infundir aire a la toma, y a la vez aportar formas y tonalidades interesantes mediante las nubes.

Las composiciones verticales funcionan bien en estos casos también. Pero si el cielo carece de gracia, no temas encuadrar tus tomas de manera que este apenas aparezca.